lunes, 24 de junio de 2013

Entrevista al director de Erbol: Primera Parte


Andrés Gómez Vela:

“El periodista con formación teórica pobre es como una casa sin cimientos”

La trayectoria de uno de los periodistas  más connotados e influyentes de la opinión pública actual en Bolivia.

Periodista y abogado de profesión, docente universitario, defensor de los derechos humanos y actual director ejecutivo de la Escuela Radiofónica de Bolivia (Erbol); Andrés Gómez Vela (AGV), relató su incursión en el periodismo desde sus orígenes. Además, recordó a los jóvenes universitarios la importancia de la formación teórica para sobresalir en los medios.

Gómez fue profesor de Ética en la Universidad Católica Boliviana (UCB) por seis años. En la actualidad es docente de Redacción II —Periodismo de Opinión—en la Carrera de Comunicación de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Es columnista del periódico Página Siete y conductor del programa Hagamos Democracia de radio Erbol.

Una computadora, un librero, todos los periódicos del día y un montón de documentos sobre el escritorio son parte de la oficina del ocupado director de Erbol. Después de unas llamadas y encargar unas notas de publicación urgente, accede a la entrevista:

¿En qué época de su vida nace la idea de hacer periodismo? ¿Por qué?

AGV: Estaba en el colegio y mi profesor de Religión, Severo Zamudio, me comentó de las virtudes de esta profesión. Además, mi profesora de Literatura, María Selva Barrios, me fomentaba bastante la lectura y un día me dijo: “tienes talento para ser periodista” o escritor o poeta. Tenía 15 años cuando me di cuenta que quería hacer periodismo.

¿Cómo ingresó a la Universidad Católica Boliviana?

AGV: Después de salir del colegio empecé a buscar en qué universidad podía estudiar periodismo, descubrí la UCB. Entonces, entré a jugar fútbol a la Católica  y fui parte de la selección. Ingresé con una beca deportiva y obviamente me dediqué a esta profesión después de acabar la Carrera.

¿Qué opinión tenían sus padres de su opción de estudiar periodismo?

AGV: Mis padres siempre me dieron la libertad de elegir. Mi Papá y mi Mamá siempre me dijeron que me iban a respaldar. Yo elegí la Carrera. 

¿Sus compañeros en la Universidad Católica compartían su idea de hacer periodismo?

AGV: Sí, casi todos. Somos de la generación de Rafael Archondo (exembajador de Bolivia en los Estados Unidos), Raúl Peñaranda (actual director de Página Siete), Mirko Orgaz (periodista de Hora 25), Tuffí Arek (actual jefe de redacción del periódico El Deber). Esta generación entró a la Universidad Católica para hacer periodismo.

Esto es lo que muchos han llamado la ‘Generación de oro del periodismo’, alguna vez lo comentaron. No sé si será así. Esa gente salió, estudió para ser periodistas. Las materias o el pensum de la Universidad Católica no guiaban a esta profesión exactamente, pero creo que todos entraron para ser periodistas.

¿En algún momento en la Universidad pensó en dejar la carrera?

AGV: No. Cuando estudiaba periodismo, alguna gente de mi pueblo, porque yo soy del Norte de Potosí (Pocoata), creía que iba a estudiar para vender periódicos. Creían que el periodismo era vender periódicos, es decir, como canillita. Después, cuando se enteraron que era otra cosa, se sorprendieron porque fui el primer periodista del pueblo y eso me incentivó a continuar.

Además, fui de las primeras generaciones que fue a la Universidad, porque la mayoría de mi pueblo se iba al chapare a sembrar coca. Pero, algunas personas de mi época decidimos, en vez de ir a pisar coca, ir a estudiar. Vinieron varios periodistas de Potosí aquí a La Paz a hacer periodismo.

¿Cuáles fueron sus referentes del periodismo en su época de estudiante universitario?

AGV: En ese tiempo conocí mucho, a través de lecturas, a Luis Espinal. Él tenía el valor de decir la verdad en una etapa tan complicada y tan peligrosa (época de persecución política encabezada por el comandante de la Fuerzas Armadas y posterior presidente de facto, García Meza Tejada). Entonces, fue una luz que me guiaba permanentemente.

Después, conocí a Ana María Romero de Campero que fue una amiga personal a quien quise mucho y ella también depositó confianza en mí desde el primer momento. Era una mujer muy visionaria, sensible y justa.

Otro de mis referentes fue Juan Carlos Marañón, su capacidad de hacer periodismo aportó mucho a mi formación; y finalmente, otros autores de libros a quienes no conocí de forma personal. Ya en la etapa madura conocí a Javier Darío Restrepo con quien tuve la oportunidad de compartir testera en exposiciones internacionales, amigo personal y un experto en ética periodística. 

¿Cómo y cuándo incursionó en los medios?

AGV: Mi primer trabajo fue en Erbol. Un día, el director de Erbol y mi docente en la Católica, Ronald Grevé, dijo: “creo que tú tienes pasta de periodista, ¿por qué no vienes a probarte?”. Así que nos presentamos mi compañera Alexis Escobar y mi persona.

¿Cómo ingresó al periódico Hoy?

AGV: Luego de Erbol me presenté a trabajar en el periódico Hoy, éramos como 20 o 30 postulantes. Fui con mis papeles y le dije: “yo estudié en tal lugar, aquí están mis papeles, no soy un mal alumno…”, y José Arturo Siles me dijo “guarda tus papeles y escribe, aquí los periodistas escriben”. Entonces, de esa cantidad de personas, me dijo “tú te quedas”.

¿Qué fue necesario para que usted adquiera destreza en Erbol cuando estaba empezando?

AGV: Un periodista con pobre formación teórica es como un profesional sin soporte, es como una casa sin cimientos, eso es clave. Los conocimientos que tenía se fusionaron con la práctica, pero después de eso también aprendes otros secretos. Aprendes el sistema de cobertura de fuentes, cuándo vale la pena ir a una rueda de prensa o no, cuándo merece ir con un grupo a una cobertura o sencillamente no ir. Por ejemplo, si te pasaron un dato, tienes que valorarlo.

Una vez, me dijeron que iban a llegar militares estadounidenses sin permiso congresal  y yo empecé a averiguar por dónde venía el asunto, y luego lo publiqué. En aquél entonces fue una información muy fuerte. Si caminas con la masa (grupos grandes de periodistas) a veces te pierde.

¿Cuáles fueron las experiencias más gratas de su primer trabajo?

AGV: Conocer compañeros, pero sobre todo, tener el poder de la pregunta. Tienes que escuchar mucho a la gente y hacer las preguntas en nombre de ellos y ellas. Luego, mostrar a los invisibles para hacer un poco de justicia, así al menos sus demandas son escuchadas.

El periodista se convierte en un engranaje democrático porque escucha todo tipo de versiones, de uno y de otro lado, y es como un puente en el que transitan distintos criterios. Luego, como tienes la facultad de escribir puedes expresar tus ideas, como tienes el talento puedes hacer eso. Lo más lindo es que te digan ‘lo que has escrito es lo mismo que yo pienso’. Eso ayuda al fortalecimiento de la democracia.


Por: Cristhian N. Aguilar Aramayo

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