El
comunicólogo —cofundador de la Escuela Crítica Latinoamericana de Investigación
en Comunicación— Luis Ramiro Beltrán (de 83 años) confesó ayer que aún utiliza
la máquina escribir para realizar sus trabajos académicos y que no sabe
utilizar computadora. El comunicador reveló esta faceta de su vida en la
presentación de su libro Democracia y Comunicación en el Palacio de
Comunicaciones.
Beltrán
obtuvo el doctorado en Comunicación y Sociología de la Universidad del Estado
de Michigan en 1972. El trabajo que presentó para obtener el título de doctor
se escribió a máquina, sin embargo, en aquel entonces era normal el uso de este
instrumento. La computadora alcanzó su auge a finales de la década del 1990 y
hoy en día es un instrumento básico de estudio y de trabajo.
“Confesión:
no sé usar computadora”, indicó en tono de burla el comunicador. Aun así, Mariano
Baptista Gumucio reconoció su logro al obtener el premio Premio
McLuhan-Teleglobe de Canadá, que equivale para él al premio Nobel de Literatura
por la relevancia del galardón.
Beltrán
recordó, en la presentación del libro, que su infancia estuvo marcada por la
comunicación. Recordó, por ejemplo, que los juguetes con los que se entretenía
de niño eran prensas pequeñas y micrófonos. Aseguró que su bien más preciado es
su antigua máquina de escribir. “De bebe me vi en la implacable necesidad de
comunicar y lo hice con llantos; mi infancia estuvo marcada por la
comunicación”, indicó.
La máquina de escribir es recomendada por la BBC
El
periodista de Gerry Holt —de la cadena de noticias British Broadcasting
Corporation (BBC)— publicó en diciembre de 2012 las cinco razones para seguir
usando la máquina de escribir a la hora de trabajar. Indica que los usuarios de
estos instrumentos son, por lo general, personas de edad avanzada y que no
quieren despegarse de su herramienta de trabajo.
La
primera de las razones que menciona Holt es que la máquina de escribir desafía
al escritor a ser más eficiente y ver sus errores sobre el papel en el que
trabajan. El periodista Will Self confesó: “He vuelto a usar una máquina de
escribir para los primeros borradores,
te obliga a pensar”, aseguró.
La
segunda razón se debe a la observación que realizó Tom Furrier, dueño de un
taller de reparación de máquinas de escribir en Massachusetts, Estados Unidos.
Él está convencido de que: “Se puede escribir sin distracciones. No hay
internet, ni correo electrónico, ni google para distraernos. Sólo están
escribiendo, creando”, explicó Furrier.
La
tercera razón argumentada por Holt es que la máquina de escribir no necesita
electricidad y que es de vital importancia para los lugares en los que el
suministro de energía es irregular. Por ejemplo, explicó que en la India se
puede escuchar el “clack, clack, clack” de los mecanógrafos que redactan
documentos afuera de los juzgados.
La
cuarta y quinta razón se puede resumir en una: estética. Tanto en la manera de
escribir, como en la forma de presentación; la máquina de escribir se convirtió
en una herramienta “clásica” para redactar de todo, desde documentos legales
hasta cartas de amor; concluyó el periodista de la BBC.
Por: Cristhian Aguilar
No hay comentarios:
Publicar un comentario